Advertencia: Este texto contiene contenido sobre el suicidio.
Hay textos con los que no te quieres identificar. Pero sigues leyendo.
Tu mente, ego, y todo lo demás dentro de ti que se alimenta del exterior te alejan de la página. Pero, continuas leyendo.
Durante días, este artículo me apareció por todos lados. En mi nuevo hábito de pasar solo unos tantos minutos al día en las redes sociales, el texto siempre aprovechaba para colarse en mi pantalla. Como si los algoritmos quisieran ofrecerme la terapia que no he podido costear en el último año, o confrontarme con la realidad que habita dentro de mí y no he tenido tiempo de ver porque p r o d u c t i v i t y. Desistí. Le di click al link.
El escritor Donald Antrim, a quien conocí por este texto, escribía en el New Yorker sobre su experiencia en un hospital psiquiátrico después de haber escrito una memoria sobre su madre. I was sick with suicide, confiesa Antrim.
Pausé la lectura. Semanas atrás, había leído que Francis Ford Coppola tuvo pensamientos similares mientras filmaba “Apocalypse Now” (les digo, esos algoritmos). Y bueno, todos hemos visto en las películas a los escritores, especialmente hombres, atormentados, bajo el efecto de ciertas sustancias y pensamientos “geniales”, escribiendo sus obras maestras. (Mientras, las mujeres tenemos sexo desenfrenado con las fuentes o somos simplemente locas caóticas por naturaleza.)
Proseguí con mi lectura.
Hay textos que se te meten. Y aunque no te quieres identificar con un hombre blanco que vive en Nueva York y escribe para el New Yorker, tus sueños de ser escritora te hacen identificarte. Te hacen querer gritar “¡Yo también siento eso!” y cuestionar “¿Acaso no todxs lo sentimos?” Te hacen sentir que sí puedes, pero no has podido en los últimos años. Te valida que es obvio que no puedas escribir sobre el dolor, que no hay lógica que te ayude a comprender los “fenómenos”, filosofar con lo que es o no es una desaparición, glorificar seres humanos, repostear y retuitear para sentirme parte de, opinar, informar, ser portadora de la verdad…
Respiro. Okay ya se dieron cuenta que estoy hablando de mí. Continuo leyendo.
I’d worked most of my life at writing; I’d been a professional, and now I couldn’t bear it.
El sentimiento del fracaso exterior me acompaña. Hace unos días me escribió el chico que me gustaba (¿gusta?) y me preguntó cómo estaba. Derrotada, le contesté. No dudé ni un segundo al escribirlo. Sí, derrotada y no saben la ligereza que siento al decirlo en voz alta.
I was certain of this. I would never write again—that was over.
Y así, se abrió un nuevo panorama frente a mi. Aún no sé que colores, sabores y texturas tiene. Pero eso que me empujó a seguir leyendo ese texto es lo mismo que no me ha abandonado ni un solo día. Y eso es algo que empiezo a ver entre muchos de nosotrxs (sí, no me da problema usar lenguaje inclusivo). Nada va a estar bien porque nunca ha estado bien (stop it!). Pero me gusta creer, que en la intimidad de nuestras mentes y lo que sea que haya dentro de nuestros pechos, nos estamos atreviendo. El caos de la transición, mi mamá bruja me dijo hace algunos días.
I realized that I had not destroyed my life by writing about my mother. My life was not over.
Advertencia 2: Cuento con una red de apoyo, herramientas, y recursos para atravesar este proceso(s). Si tú o alguien que conoces, no tiene acceso a algo de esto, busca a un profesional de la salud o contacta alguna línea de ayuda en tu región.
Cheesy Chanty
Les comparto una de las canciones que siempre me sostiene. Bueno, mínimo no les estoy dando un Live.Love.Laugh.
On that note…
Les prometí mucho para agosto y no les di nada. En parte porque no sentí que podía aportar algo diferente en esas entregas y sigo explorando qué hacer con este espacio. Además de que mucha vida sucede lejos de las pantallas, también he comenzado una nueva etapa de mi proyecto de libro que en los próximos meses me va a demandar más energía, letras, y claroqueporsupuesto dinero dinero dinero como diría mi amiga J.Lo. Seguiremos con Las Otras Guerras, probablemente solo una vez al mes, o cuando mi sistema quiera compartir. Gracias a lxs que me siguen leyendo y apoyando. Siempre me pueden comprar un café aquí que me de energía para ver cómo le pago a mi editor :)
Hasta la próxima.